El último año de Mauricio había
sido complicado. Comenzó con un cólico nefrítico que le avisó de que tenía
piedras en el riñón. Pasó el primer mes del 2018 intentando expulsarlas a base
de infusiones diuréticas.
Poco después el reconocimiento
médico le acusó de tener el colesterol alto, lo que supuso eliminar de su dieta
la mantequilla, el queso y el embutido. Una subida de tensión suprimió de su
menú la sal y el alcohol.
“Tantas enfermedades seguidas no
pueden ser casualidad, algo no debe funcionar bien en tu organismo”, opinó su
mujer, quien finalmente le convenció
para que lo consultara con un prestigioso especialista que últimamente salía
mucho en televisión.
Ya en la consulta, Mauricio
enumeró todas las dolencias sufridas en el último año. El doctor, tras
escucharle con atención solo le hizo una pregunta: ¿Cuántos años tiene? 49,
respondió ¿Ya tiene un diagnóstico? Sí,
usted padece Obsolescencia programada.
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