Animado por su terapeuta, Arturo creó la
Asociación Nacional de Tímidos. Como era de esperar, nadie llamó por teléfono,
pero un aluvión de peticiones para inscribirse llegó a través de los formularios
creados en la web.
Una estupenda acogida, a priori, tuvo la
creación de una serie de terapias de grupo cuyo objetivo era el de ayudar a sus
socios a superar el miedo escénico. Y aunque las plazas se agotaron
rápidamente, al final hubo que suspender las sesiones por falta de asistentes.
Mediante voto telemático y por unanimidad fue
aprobada su siguiente propuesta, la creación de un día Nacional del Tímido. Finalmente,
el día elegido fue el 29 de febrero,
no podrían encontrar una fecha más representativa, era tan modesta que sólo
existía cada cuatro años. El próximo sería en el 2020. Perfecto tenían tiempo de organizarlo a lo grande y buscar
algún miembro dispuesto a leer los discursos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario