jueves, 22 de marzo de 2018

INSOMNIO


El corrector de ojeras no conseguía ya ocultar las sombras debajo de sus ojos. Llevaba más de quince días sin poder conciliar el sueño y decidió, aunque sin mucha convicción, probar el método tradicional.
Una oveja, mañana no se me puede olvidar coger hora para el oculista, el niño se ha quejado ya varias veces de que no ve bien. Dos ovejas, tal vez sea por eso que está sacando malas notas, tres ovejas, o va a ser que no estudia nada, cuatro ovejas, tendremos que ponerle un profesor particular, cinco ovejas, hablaré con la vecina de mi madre creo que su hijo daba clases, seis ovejas, esa es otra, mi madre que se ha enfadado porque dice que no voy a verla, si no tengo tiempo de nada, siete ovejas, desde que me han cambiado de departamento... ¡BEEE! protestaron las ovejas, ¡aquí no hay quien duerma con tantos problemas!.

No hay comentarios:

Publicar un comentario