jueves, 29 de noviembre de 2018

COSAS DE LA EDAD


El último año de Mauricio había sido complicado. Comenzó con un cólico nefrítico que le avisó de que tenía piedras en el riñón. Pasó el primer mes del 2018 intentando expulsarlas a base de infusiones diuréticas.
Poco después el reconocimiento médico le acusó de tener el colesterol alto, lo que supuso eliminar de su dieta la mantequilla, el queso y el embutido. Una subida de tensión suprimió de su menú la sal y el alcohol.
“Tantas enfermedades seguidas no pueden ser casualidad, algo no debe funcionar bien en tu organismo”, opinó su mujer,  quien finalmente le convenció para que lo consultara con un prestigioso especialista que últimamente salía mucho en televisión.
Ya en la consulta, Mauricio enumeró todas las dolencias sufridas en el último año. El doctor, tras escucharle con atención solo le hizo una pregunta: ¿Cuántos años tiene? 49, respondió ¿Ya tiene  un diagnóstico? Sí, usted padece Obsolescencia programada.

jueves, 22 de noviembre de 2018

BLACK FRIDAY


Palmira, era de otra generación más acostumbrada a ahorrar que a gastar. Presumía además de conservar la misma talla desde que se casó por lo que la ropa le duraba lustros. Aun así, hasta a ella le resultó difícil no reconocer que necesitaba un abrigo nuevo y vencida por la presión de sus hijos,  accedió a renovar vestuario en el tan anunciado Black Friday.
El panorama que encontró en los grandes almacenes le resultó lo más parecido a lo que imaginaba como una catástrofe nuclear. Una multitud que se movía de un lado para otro como poseída, ropa tirada por el suelo. Sufrió empujones, pisotones y, por si fuera poco,  alguien aprovechó el bullicio y en un descuido le robó el monedero. Una vez en casa se preguntó que significaría el término Black Friday y tras consultarlo en un diccionario pensó que efectivamente ella había experimentado un auténtico viernes negro.

jueves, 15 de noviembre de 2018

LOS VIGILANTES DEL OZONO


Esta historia comenzó hace muchos, muchísimos años, allá por 1987 en Montreal, cuando sucedió un milagro. La comunidad internacional, se puso de acuerdo en que había que hacer algo para proteger la capa de ozono. Se había detectado en ella un agujero, tan grande, que nos sometía a todos al peligro de los mortíferos rayos ultravioleta. La solución era eliminar la producción del enemigo del ozono, el CFC,  que se usaba en los aerosoles.
Con la importante misión de observar si dicha capa se iba recuperando, nació un cuerpo de élite formado por un grupo de anegados hombres y mujeres que cada semana hacen ascender a la atmósfera un globo con una sonda que envía a la tierra las medidas de la capa, los vigilantes del ozono se llaman. Y así dejó con la boca abierta Isaías a sus compañeros del colegio, cuando explicó a qué se dedicaba su papá.

viernes, 9 de noviembre de 2018

ESCAPE ROOM


Bienvenidos a Alcatraz, penal de máxima seguridad, soy el alcaide y juez de los crímenes cometidos contra las matemáticas. Y uno a uno fue colocando unas esposas en las muñecas de los doce presos.
Yo soy la directora y mi misión es proteger el lenguaje de los delitos perpetrados en su contra, anunció mientras colocaba grilletes en los tobillos de los doce prisioneros.
Les vamos a conceder la oportunidad de librarse de sus ataduras; la llave de las esposas estará en una caja fuerte cuya combinación es un número de dos cifras, mínimo común múltiplo de doce y dieciocho, a su vez la de los grilletes se encuentra en un cofre cuya clave es una palabra de cuatro letras sinónimo de escapar.
Y la siguiente hora y media del décimo cumpleaños de Suso transcurrió en la más absoluta  tranquilidad para sus padres que pudieron incluso disfrutar de una buena película.

jueves, 1 de noviembre de 2018

El exorcismo


Cada vez que Marisa, la jefa del departamento de logística, entraba por la puerta, la temperatura de la oficina subía varios grados y un fuerte olor parecido al azufre impregnaba el ambiente. Eau del averno, había comentado alguna vez que se llamaba su colonia.
A los buenos días de la recepcionista respondió con una especie de gruñido gutural con el que notificaba que lo mejor ese día era evitarla. Una vez en su despacho, encendió el ordenador,  leyó varios e-mails y salió buscando su primera víctima. Sus subalternos trataron de esquivar su mirada, como si la de Medusa se tratara y corrieran riesgo de que los convirtiera en estatuas de sal.
¡Carlos!, bramó finalmente, y el desafortunado propietario del nombre se dispuso a enfrentarse a ella, no sin antes santiguarse. En ese momento todos cayeron en la cuenta de cuál era la solución a sus problemas: ¡Llamar al padre Carras!