Mi familia siempre ha sido muy cosmopolita y aunque descendemos de una tribu germánica, hemos vivido desde hace siglos en diversos puntos del Mediterráneo Occidental. En España, por ejemplo, residíamos especialmente en Andalucía. De allí dimos el salto a África del Norte, afincándonos en Marruecos y Norte de Argelia, e incluso en Roma, la capital italiana, todavía se acuerdan de nuestra llegada. Por cierto, mi nombre es Genserico.
Desde pequeño mi madre trató de contrarrestar
la imagen peyorativa que habíamos heredado de nuestros ancestros y nos enseñó a
mí y a mis hermanos a respetar las normas de convivencia pública. Nos hizo ver
lo importante que era saber vivir en sociedad teniendo consideración al resto
de individuos que la componen.
Así que he de confesarlo soy vándalo, sí,
pero muy cívico. ¿Podéis decir vosotros lo mismo? Y así es como comenzaba sus conferencias
dentro del ciclo sobre vandalismo y juventud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario