La crisis en casa de los Campofrío
empezó a gestarse cuando Salva invitó a comer a Silvia, con la secreta
intención de concederle el rango de novia, aunque nunca reconocería haber usado
esa palabra en su presencia.
Una crema de zanahorias y
una lasaña vegetal fueron el menú
elegido por Concha cuando su hijo le informó de que Silvia era vegetariana. El
paladar, muy bien entrenado, de Silvia detectó inmediatamente el sabor de la
carne mezclada con las espinacas y la bechamel.
El comedor se convirtió en una sala
de interrogatorios con el objetivo de que Concha confesara que había utilizado
carne en su receta.
-Por última vez mamá ¿Qué
ingredientes llevaba la lasaña?
Apunto del llanto, Concha trató
de esquivar de nuevo la pregunta lanzando un discurso sobre la confianza
depositada en ella y en su cocina durante veinticinco años.
-¡No se trata de desconfianza
mamá sino de transparencia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario