Todos los que hemos podido, este
verano, nos hemos lanzado al turismo nacional tratando de revitalizar con
nuestro pequeño granito de arena uno de los sectores más maltrechos.
Y dentro de nuestra geografía hemos
descubierto que de verdad “lo increíble está más cerca de lo que creemos”, que
Santander “también se acuerda de nosotros”, que alguien “nos espera en Soria”
que “nuestras vacaciones nunca habían estado tan cerca como en Castilla-La
Mancha” o que “Cáceres está a dos pasos de nosotros”.
Y cada vez que parábamos a tomar
un café en los lagos de Sanabria o a
comprar unos miguelitos en la Roda, o a comernos un cocido maragato en León una
pregunta atravesaba nuestra mente ¿Y si
toca aquí? sin estar pensando precisamente en la lotería. Y como concursantes
nos respondíamos: ¡Hemos venido a jugar!
Sin embargo, te tocó a ti, papá,
que no te habías movido de casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario