jueves, 9 de julio de 2020

SED


El fin de su jornada laboral y el horario de salida del último autobús con destino Pamplona diferían en media hora. El tiempo estimado en llegar desde su oficina a la estación era de catorce minutos en metro. Sacaría el billete por internet y se escaparía diez minutos antes de su hora de salida para aprovechar el fin de semana al máximo.
Respiró tranquila cuando, de acuerdo con su plan, el día del viaje entraba en el intercambiador de autocares a las 18:15. Me da tiempo, pensó, a comprar una botella de agua y algo de comer.
En la sala de espera divisó una máquina de vending. Una única moneda de dos euros, se escondía en su monedero. Se decidió por el agua. Introdujo el dinero, seleccionó el producto y la botella cayó fuera del cajetín de apertura. Por el altavoz anunciaron: última llamada para los pasajeros con destino Pamplona.

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