jueves, 28 de septiembre de 2017

ÓRDAGO

A Esteban le dejó su novia y como las desgracias nunca vienen solas, semanas después le echaron del trabajo. Como era tan creyente como aficionado al juego, juntó las manos y mirando al cielo exclamó a modo de plegaria: ¡MUS!.
Y como Dios aprieta pero no ahoga, repartió nuevas cartas y a Esteban le tocó un nuevo empleo como reponedor en un hipermercado y una cajera que le hacía ojitos. ¡No se lo podía creer! ¡Vamos, que le habían caído tres reyes y un pito!. Creyéndose el rey del mundo, lanzó un órdago al juego, sin reflexionar que no era mano y su jugada era mejorable, y resultó que el guiño de la rubia iba destinado al encargado, pareja suya desde hacía años, para informarle que ella también llevaba treinta y una. Fin de la partida.
Esa misma noche, Esteban compró una baraja francesa y le rezó a San Póker.

jueves, 21 de septiembre de 2017

El congreso de los alimentos emigrantes

Muy poca gente sabe que, aunque se me conozca como fresón de Huelva, me sembraron allá por abril en Castilla y León. Allí crecí aprovechando las suaves temperaturas de la primavera-verano en estas tierras. Huyendo de las heladas del invierno, en octubre, fui replantado en tierras andaluzas donde di fruto.
Desde Extremadura hasta Madrid viajo yo, la aceituna manzanilla cacereña,  para,  junto con mi prima la manzanilla de Campo Real, autóctona de la zona, recibir un baño del tan famoso aderezo, cuya base es el ajo machacado, convirtiéndonos así en aceitunas de Campo Real.
Debido a que todo lo que en la cocina lleva el apelativo de “a la gallega” está condimentado con pimentón,  muchos piensan de mí que soy gallego, aunque es en la Vera o en Murcia donde me producen.

Y el objetivo de este congreso que hemos organizado los alimentos emigrantes es informar sobre nuestras verdaderas raíces.

jueves, 14 de septiembre de 2017

LOS TÁBANOS

Mediados de agosto, primer día de mis vacaciones. Llegué a la piscina dispuesta a relajarme tomando el sol, extendí la toalla sobre el césped y me embadurné con crema protectora.
El sonido de una palmada me sobresaltó. Me incorporé y miré a mí alrededor. Observé cierto nerviosismo entre los bañistas, pocos para la fecha en la que estábamos. Volví a tumbarme y zas otro manotazo. Alguien gritó: “tábanos”, confirmando mis sospechas sobre lo que estaba ocurriendo.
El negro los atrae, escuché. ¡Maldición!, el color de mi bañador. Me puse la camiseta. Pican a través de la ropa, lo mejor es irse al agua, aunque, después mojado… Si te quedas quieto y no respiras pasan de largo.

A los pocos minutos, pese haber seguido todos los consejos, estaba histérica y llena de picotazos. El destino de mis próximas vacaciones será una playa del Pacífico, los tiburones asustan menos que los tábanos.

jueves, 7 de septiembre de 2017

EL COLESTEROL Y LA BARBACOA

Mi nombre es colesterol, y he venido a denunciar la persecución a la que estoy siendo sometido. De unos años a esta parte me he convertido en el enemigo a batir. ¡Si no te alimentas bien te subirá el colesterol!, amenazan los médicos a sus pacientes, ¡como si fuera el coco!.
Un genocidio es lo que se está cometiendo con mis embajadores, la carne de cordero y la de cerdo, eliminándolos de las dietas.
Menos mal que me apoya mi gran amor: la barbacoa. Ella saca lo mejor de mí, nuestra relación se prodiga más en verano dando frutos tan exquisitos como las chuletas, la panceta, el chorizo y la morcillita a la brasa.

Últimamente la he notado un poco esquiva y me ha dicho que era demasiado joven para comprometerse. La han visto coqueteando con sardinas y alitas de pollo. Todo está perdido, mi amada me ha sido infiel.