jueves, 27 de julio de 2017

CERRADO POR VACACIONES

Superado el último madrugón,  la tarea más difícil que me quedaba por hacer era la maleta.
No podía olvidarme de la toalla y el bañador, pero tampoco del forro polar y las botas de montaña. ¡Cualquiera que veranee en el norte sabe de lo que estoy hablando!. El trabajo en equipo, fundamental: “¿has cogido los chubasqueros de los niños?”, “sí claro”, “¿y el botiquín con las medicinas?”, “estaba en ello”.
Visualizar el maletero como una pantalla del tetris resultaba muy útil para salvar el último escollo. Maleta grande, abajo a la izquierda, nevera, abajo a la derecha, bolsa de aseo cierra el hueco entre ambas y cerramos línea.
Y entonces Pablito hizo “la” pregunta: “¿cuánto queda?”, “pero hijo si todavía no hemos salido”, “ya lo sé”, se defendió el muchacho,  “¿qué cuánto falta para que terminéis de cargar el coche?”.
¡Feliz verano! Volveré el 7 de septiembre con nuevas historias.

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