jueves, 13 de julio de 2017

¡VIVA SAN FERMÍN!

Como nació un 7 de julio y su padre al cogerle por primera vez en brazos exclamó: ¡Viva San Fermín!, sin tener sangre navarra, nadie dudó de cuál sería el nombre con el que le bautizarían.
Con la familia delante del televisor a las 8 de la mañana, comenzaban siempre sus cumpleaños desde que tenía uso de razón. Sonaba un cohete y comenzaba el encierro.
Así  que a nadie le extrañó que en su dieciocho aniversario quisiera vivir la experiencia en directo y como un pamplonica más se vio a sí mismo entonando el “A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón…”
En la Cuesta de Santo Domingo comenzó y terminó su carrera. Apenas tres zancadas,  tropezó y mientras caía contempló el pitón de uno de los Cebada Gago a punto de atravesarle, pero en el último segundo el toro giró la cabeza. San Fermín le había echado un capotico.

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