jueves, 25 de mayo de 2017

UN SÁNDWICH VEGETAL

La lechuga estaba tremendamente enfadada. Ella, que venía de una de las más prestigiosas familias. Una auténtica lechuga hoja de roble, dotada de infinidad de cualidades nutritivas y que había sido cultivada en huerto ecológico, alejada de fertilizantes y abonos químicos.
Siempre había pensado que estaba destinada a formar parte del exclusivo menú de un restaurante tres estrellas Michelin. Y soñaba con codearse con otros ingredientes dignos de su clase en una ensalada templada de frutos del mar o en una mousse de espárragos con lechuga y jamón.

Y todo ese esfuerzo y sacrificio ¿para qué? Por culpa de un centímetro de menos, en el control de calidad, iba a terminar sus días dentro de un simple sándwich vegetal, mezclada con atún de lata, un tomate transgénico y mayonesa de bote y, lo más triste de todo, siendo el tentempié de un informático estresado, en un establecimiento de comida rápida. 

jueves, 18 de mayo de 2017

Duda razonable

La jornada de Susana, el día de autos, comenzó como lo hacía habitualmente y mientras se preparaba para acudir a una importante cita de negocios, la verdura para la comida se iba cociendo a fuego lento.
Dos paradas de metro después, una sombra interrumpió el último repaso mental de la presentación elaborada para dicho evento. ¿Había retirado la comida del fuego? Durante el trayecto hasta la siguiente estación un debate interno se produjo entre sus sentidos. Unos trataban de convencerla de que sí lo había hecho y otros apostaban por el no podemos asegurarlo. Al final se impuso el común, partidario de volver a casa para comprobarlo.
¿Y qué hubiera hecho usted ante esa duda razonable?, preguntó Susana a su jefe como parte de su alegato final,  esperando que tuviera en cuenta los eximentes y dictara sentencia a su favor,  en el juicio por haber llegado tarde a la reunión.

jueves, 11 de mayo de 2017

Vamos a contar…verdades

La asamblea comenzó con la intervención de Jerry: “¡Otra vez queso! ¡Por Dios! Alguien tiene que hacerles ver a los humanos que a los ratones no nos gusta el queso”. “Nosotros los conejos”, intervino Roger, “tenemos el azúcar disparado gracias a la dieta de zanahorias que se empeñan en suministrarnos.”
Todos se afanaban por expresar su descontento con el desconocimiento que los hombres tenían sobre el mundo animal. El Coyote tomó la palabra para recordarles que seguían creyendo que el correcaminos corría más que él; la señora avestruz estaba indignada por la fama de cobarde que tenía su especie; “y los peces no tenemos tres segundos de memoria”, añadió Nemo.

Un toro, vestido enteramente de rojo como medida de protesta,  propuso una solución: encargarle a Esopo que escribiera nuevas fábulas sobre ellos. “¿Funcionará?”, preguntaron todos a coro. “¡Seguro! ¿No les hizo creer que una tortuga podía ganarle a una liebre?”.

jueves, 4 de mayo de 2017

Cocinando por sevillanas

Arropado por unos macarrones a la boloñesa incomestibles, Luis comunicó a su familia que en breve se iba a ir a vivir con su novia, y tuvo que responder a las airadas críticas gastronómicas de sus allegados con un: “tendré que aprender, es la primera vez que cocino.
En la segunda ocasión en la que Luis pretendió demostrar sus progresos a su linaje, fue una tortilla de patatas la que se encargó de dar al traste con la velada y recordarle que necesitaba seguir practicando.
A la tercera no fue la vencida y de la sopa castellana, cocinada siguiendo la receta de la abuela, aunque no sabemos de quien, el único que repitió fue el ajo.
Y una ensaladilla rusa, la cuarta oportunidad, terminó con las aspiraciones de Luis de conquistar a su novia a través del estómago y con todos los comensales ingresados en un hospital afectados de salmonelosis.