jueves, 20 de abril de 2017

EL SÍNDROME DE LA BATA BLANCA

Era más o menos por el mes de mayo cuando en la empresa de Juan Manuel llevaban a cabo los reconocimientos médicos. Y ese era precisamente el momento más temido por él, que trataba de prepararse para superarlos como si lo estuviera haciendo para correr la media maratón.
Ya por marzo, Juan Manuel, comenzaba con una dieta sana y equilibrada, baja en azúcar y grasas, pero rica a su vez  en aminoácidos y omega 3, e iniciaba también una rutina diaria de ejercicios físicos aeróbicos, destinados a tonificar el cuerpo, complementándola con una tabla de entrenamiento cardiovascular para aumentar la resistencia.
Pero el día tan esperado por fin llegaba y cuando la enfermera abría la puerta de la consulta y pronunciaba su nombre, Juan Manuel trataba de sobreponerse tomando aire por la nariz y expulsándolo por la boca pero…. ya era demasiado tarde, el tensiómetro ya había olido su miedo.

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