El colectivo de fantasmas estaba francamente
preocupado. La celebración de su congreso anual, prevista para la noche del 31
de octubre, estaba aún en el aire y en el debían tratarse temas de crucial
importancia.
Como posible escenario se barajó
el Monte de las Ánimas. A su favor tenía ser un espacio al aire libre, pero las
temperaturas previstas para esa noche en Soria hicieron que los organizadores
se decantaran por el Palacio de Linares, cuyas dimensiones permitían a los
espectros reunirse simultáneamente en grupos de seis.
Para salvar los cierres
perimetrales decretados en muchas comunidades hubo que preparar salvoconductos
que justificaran el desplazamiento de los espíritus por motivos de trabajo.
Y tras la multitudinaria convención,
las caras de Bélmez, erigidas en portavoces de la asociación, leyeron el
siguiente comunicado: las restricciones de movilidad nocturna son incompatibles
con nuestro trabajo por lo que nos vemos obligados a solicitar un ERTE.
Me ha encantado. Bravo!
ResponderEliminarGracias
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