jueves, 19 de abril de 2018

LOS BRACKETS ¿SON COSA DE ADULTOS?


“Afortunadamente, en ortodoncia no hay límite de edad”, me explicó mi dentista al ver mi cara de perplejidad cuando me propuso, a mis cuarenta y muchos años, alinear mi dentadura.
Siempre había pensado que la azarosa colocación de mis dientes era una de mis señas de identidad, (quien no se consuela es porque no quiere), pero sopesé el plazo, el presupuesto y finalmente me dejé seducir por la idea de lucir una sonrisa de artista de Hollywood.
El objetivo, según la doctora, era mejorar mi salud corrigiendo mi mala mordida. Mi finalidad, no nos engañemos, era estética. Mirarme al espejo y que este me devolviera la imagen de una jovencita era tentador.
Y después de una semana comiendo solo purés, soportando dolores y con la boca llena de yagas, me di cuenta de que por lo menos mi carácter ya había vuelto a la adolescencia, estaba enfadada con el mundo.

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