miércoles, 6 de diciembre de 2017

Cultivando nubes

A sus cincuenta años cumplidos a Marcelino le despidieron del trabajo. Analiza el mercado y busca qué es lo que se demanda, le recomendaron. Reinvéntate, le aconsejaron. Y eso hizo, estudió las necesidades de la sociedad y concluyó que lo que más se necesitaba en ese momento era LLUVIA. Y así nació cultivando nubes, la primera empresa española especializada en generar precipitaciones.
Sus primeros clientes fueron los ayuntamientos de Valdeseco y Valdeárido, cuyos alcaldes se pusieron de acuerdo, por primera vez en treinta años, para contratar sus servicios.

Sus habitantes se concentraron en un descampado equidistante de ambos municipios para presenciar el milagro. Enseguida unos cohetes cargados de yoduro de plata fueron disparados contra las nubes, el espectáculo continuó con Marcelino moviéndose  como si fuera un hechicero indio pero el agua no comenzó a caer hasta que no entonó el ¡Que llueva, que llueva! coreado también por los asistentes. ¿Casualidad? 

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