En algún momento de aquella madrugada, se fue la
luz en su casa desconfigurándose su despertador, no obstante, su radar interno
hizo que se despertara diez minutos después de lo previsto.
Recuperaría el tiempo en el resto de rutinas
diarias. Problemas con la caldera, también afectada por el corte de luz,
hicieron que, en la ducha, perdiera otros cinco minutos. Mientras se secaba el
pelo calentó el café, más de la cuenta, se quemó la mano tirando taza y
contenido al suelo.
Llegó 45 minutos tarde, justo el día que tenía la
presentación del proyecto en el que llevaba trabajando un año. -El jefe quiere
verte inmediatamente-, le comunicaron. De camino a su despacho iba
ideando una excusa que le salvara de su inminente despido. -Al cliente le ha
surgido un contratiempo y no podrá acudir a la cita, pero tu diseño le
ha encantado, quiere que comencemos hoy mismo-.
Muy bueno, como siempre
ResponderEliminarPareces Sabina, siempre relatas problemas comunes al pueblo. Je,je
ResponderEliminarMe encanta cómo le das forma a una idea
ResponderEliminarGenial
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