Las ventas de los jabones artesanales, los rosarios de pétalos de rosas
e incluso de su producto estrella, el licor cartujo, habían caído tanto que la
subsistencia del monasterio estaba en peligro. Tras varias jornadas de oración
y reflexión su prior tuvo una revelación. Ponerla en práctica podría ayudarles en
el aspecto financiero. Alquilarían parte de las instalaciones de la cartuja
para organizar reuniones entre altos cargos ofreciendo su mejor baza, la
discreción.
Para recibir al primer grupo, los
cartujos prepararon un audio-guía que repasaba la historia de la orden y resumía
las normas a seguir por los huéspedes para no trastocar la vida del monasterio,
incluyendo los horarios en los que encontrarían el catering en el refectorio.
Un informe redactado por un comité
de expertos de la comunidad científica, ha recomendado mantener el silencio en el transporte público para
evitar la propagación del coronavirus. ¿Alguien adivina dónde se reunieron?
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