jueves, 20 de diciembre de 2018

Algo estamos haciendo mal


Aquel día Rosario llegó a casa completamente desencajada. ¡Algo estamos haciendo mal!, se lamentó. Su marido la interrogó con una mezcla de sorpresa y preocupación. ¿Qué ocurre cariño?
Su comportamiento era un tanto errático, además no dejaba de repetir la misma cantinela: No sé en qué pero en algo nos estamos equivocando.
Tenemos dos hijos que se llevan cinco años entre ellos, ¿correcto?, sí claro respondió él. Ambos han ido al mismo colegio, ¿verdad?, por supuesto, contestó su esposo. Tres años de infantil, más seis años de primaria ¿no es así?, si así es,  continuó dando la razón a su mujer sin saber muy bien a donde quería llegar.
Y en catorce años que llevamos ligados al colegio no hemos sido capaces de ganar nunca el concurso de christmas, cuando además en cinco ocasiones hemos presentado dos ejemplares, uno por cada niño, pues está claro que algo estamos haciendo mal

jueves, 13 de diciembre de 2018

La evolución de las especies


La miopía es en realidad una adaptación de los ojos al estilo de vida urbano porque está claro que ya no necesitamos otear el horizonte en busca de comida, defendía Iker con pasión ante un auditorio fundamentalmente femenino.
Así mismo, el ser humano seguirá experimentando cambios para acomodarse al entorno, por ejemplo, el tamaño de su cabeza será mayor porque su cerebro también lo será y necesitará más espacio.
Gracias al uso de ropa y a las calefacciones, el vello corporal ha perdido su objetivo inicial por lo que es probable que el hombre del futuro tenga mucho menos pelo.
Y las estadísticas nos dicen que la tasa de obesidad se ha, más que, duplicado en las últimas dos décadas. Resumiendo: no es que yo sea feo es que estoy más evolucionado que el resto. Y esta era la manera que tenía Iker de ligar los sábados por la noche.

jueves, 6 de diciembre de 2018

PROCRASTINACIÓN


Era un día de puente y aunque Alberto no tenía clase, sus padres si tenían que acudir a sus respectivos trabajos. El voto a favor de su madre para quedarse solo en casa, lo consiguió prometiéndole por su conciencia y honor que se iba a encargar de realizar las tareas domésticas.
Durmió un par de horas más de lo rutinario y una vez despierto pasó el resto del día sentado en  el sofá jugando a la play con sus amigos; olvidadas por completo las promesas realizadas durante la campaña.
Cuando sus padres volvieron a casa y encontraron la anarquía en la que esta se hallaba sumida y le acusaron de ser un vago él adoptó un discurso donde les explicaba que lo que él había hecho era procrastinar y no hacer el vago y en el que reivindicaba los derechos de los estudiantes. Entonces, comprendieron porque estaba estudiando ciencias políticas.